El 19 de enero de 1986 es una fecha que resuena con fuerza en la memoria de los aficionados al béisbol cubano. En un emocionante partido de la Serie Nacional, Agustín Marquetti, uno de los bateadores más destacados de la época, se enfrentó al estelar lanzador Rogelio García en la 11ª entrada. Con el marcador empatado y la tensión en su punto máximo, Marquetti conectó un jonrón que no solo dejó al campo al equipo contrario, sino que también coronó a los Industriales como campeones.
Este momento es recordado no solo por la hazaña deportiva, sino también por la emoción y el dramatismo que envolvieron el juego. Los aficionados presentes en el estadio y los que seguían el partido por radio o televisión vivieron una montaña rusa de emociones, desde la incertidumbre hasta la euforia.
Agustín Marquetti se convirtió en un héroe instantáneo, y su jonrón es considerado uno de los momentos más icónicos en la historia del béisbol cubano. Este evento no solo destacó su talento y determinación, sino que también simbolizó la pasión y el amor por el béisbol que caracteriza a los cubanos.
A lo largo de los años, este jonrón ha sido recordado y celebrado en numerosas ocasiones, y sigue siendo una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de peloteros. La hazaña de Marquetti es un recordatorio de que en el béisbol, como en la vida, los momentos de grandeza pueden surgir en los instantes más inesperados